Loscribió: Amarillo |
Estuviste mucho tiempo ahí. Es hora de salir y enfrentar la realidad. Pero para lograrlo tenés que leer estas Instrucciones para nacer.
Es muy importante que te muevas más de lo común, como para que tu mamá se vaya dando cuenta que algo está pasando. Pero ¡ojo! No te enrosques con el cordón umbilical, puede ser muy molesto si te pasa.
Siempre tené en cuenta que finalmente tu posición será cabeza-abajo, de lo contrario todo será más complicado. Haceme caso.
Una vez que estás bien ubicado, vas a notar que todo a tu alrededor comienza a moverse de un modo extraño. No te preocupes, es normal. Contracciones les dicen.
Lo más raro que vas a sentir es el gran vacío que va a quedar cuando el líquido en el que flotaste todo este tiempo se vaya. A no asustarse. Las cosas están saliendo como esperábamos.
Vas a sentir que una extraña fuerza te empuja hacia el exterior. ¡Cooperá querido! No te resistas, que todo está por terminar (o mejor dicho, por comenzar).
Cuando salga tu cabecita, vas a ver muchas luces muy fuertes, así que los ojitos los podés dejar cerrados, no hay apuro.
Cuando ya salió todo tu cuerpito, acordate de lo que te digo y ¡llorá! Si te olvidás de hacerlo, el tipo de blanco te va a pegar fuerte en la colita. Tratemos de evitarlo.
Cuando todo este lío termine, te van a entregar a una señora que se va a alegrar mucho de verte (te vas a dar cuenta por su cara). ¡Querela loco! No sabés el esfuerzo que hizo para que salgas de ahí.
Nota: si alguno de los pasos no se presenta como debiere, dejarse llevar. Los profesionales sabrán cómo actuar.
Es muy importante que te muevas más de lo común, como para que tu mamá se vaya dando cuenta que algo está pasando. Pero ¡ojo! No te enrosques con el cordón umbilical, puede ser muy molesto si te pasa.
Siempre tené en cuenta que finalmente tu posición será cabeza-abajo, de lo contrario todo será más complicado. Haceme caso.
Una vez que estás bien ubicado, vas a notar que todo a tu alrededor comienza a moverse de un modo extraño. No te preocupes, es normal. Contracciones les dicen.
Lo más raro que vas a sentir es el gran vacío que va a quedar cuando el líquido en el que flotaste todo este tiempo se vaya. A no asustarse. Las cosas están saliendo como esperábamos.
Vas a sentir que una extraña fuerza te empuja hacia el exterior. ¡Cooperá querido! No te resistas, que todo está por terminar (o mejor dicho, por comenzar).
Cuando salga tu cabecita, vas a ver muchas luces muy fuertes, así que los ojitos los podés dejar cerrados, no hay apuro.
Cuando ya salió todo tu cuerpito, acordate de lo que te digo y ¡llorá! Si te olvidás de hacerlo, el tipo de blanco te va a pegar fuerte en la colita. Tratemos de evitarlo.
Cuando todo este lío termine, te van a entregar a una señora que se va a alegrar mucho de verte (te vas a dar cuenta por su cara). ¡Querela loco! No sabés el esfuerzo que hizo para que salgas de ahí.
Nota: si alguno de los pasos no se presenta como debiere, dejarse llevar. Los profesionales sabrán cómo actuar.